jueves, 25 de marzo de 2010

LAS ARTES MARCIALES: BUDO


El día 2 de Marzo fue el cuarto seminario de la asignatura, el contenido del mismo dio un giro de 90 grados respecto a los otros tres seminarios, sin embargo al finalizar llegué a la conclusión que todos tienen interrelación, pues a pesar de que los otros tres enfocaban temas centrados exclusivamente en la intervención social, el contenido que se ha tratado en este último no se aleja de esta finalidad, ya que aunque las artes marciales tienen diversos objetivos uno de ellos, aunque hasta día de hoy no lo pensaba, está muy relacionado con nuestra futura profesión, como expresaré a continuación.

Para comprobar lo que me ha aportado el seminario una vez finalizado estuve haciéndome numerosas preguntas, como por ejemplo: antes del seminario ¿qué significado tenía las artes marciales desde mi punto de vista? ¿He relacionado alguna vez este tipo de prácticas con la intervención social? ¿Qué importancia tiene el Budo para mi futura profesión?... varias preguntas que antes del seminario nunca antes me había planteado, puesto que nunca había pensado en las artes marciales, sabía que existían pero no su significado.

Imagino que las ideas previas que tenía sobre las artes marciales coinciden con muchos de mis compañeros, pues principalmente se suelen asociar con el contacto físico, un contacto físico duro, con la liberación de tensiones, el maltrato… Como se dijo en el seminario existen infinidad de estereotipos negativos en relación a estas prácticas y principalmente se debe al desconocimiento y la poca información que tenemos u obviamos. Antes, si alguien me hablaba sobre las artes marciales no tenía argumentación para mantener una conversación y como he comentado lo asociaría principalmente con el conflicto. Es una idea equivocada asociar estas prácticas con el conflicto, como se nos he hecho ver en este día.

Otra de las preguntas que constantemente me hice cuando anunciaron en clase de qué trataba el cuarto seminario era ¿y qué tienen que ver las artes marciales con nuestra profesión? ¿Qué podemos aprender de esta experiencia? Cuando concluyó el seminario reflexioné sobre estas cuestiones y llegué a la conclusión de la posible involucración que tienen las artes marciales en un futuro cuando estemos interviniendo en la realidad social. La visión que me ha quedado del seminario es que las artes marciales, desde mi punto de vista, son como herramientas que intervienen en la mediación, evitando conflictos, no generándolo.

Cuando se nos presenten casos en los que el conflicto está presente debemos recurrir a estas técnicas para paliarlo, complementando la actuación son otra con otras técnicas. Si tenemos que intervenir con un niño/a agresivo no es obvio que no se deban emplear técnicas que fomenten su actitud porque lo que estaríamos haciendo sería fomentar el problema y no darle una solución, por ello, las artes marciales pueden jugar aquí un papel, tanto principal como secundario.

Antes de seguir con las aportaciones tanto personales como profesionales que me ha transmitido el seminario, considero necesario dejar constancia en este blog de lo qué se entiende por artes marciales y sus diversas variantes, para que los lectores no caigan en el mismo error de asociar artes marciales con lucha, conflicto, pelea…Para ello, expondré las ideas que se trataron en clase:

Una de las variantes de las artes marciales es el Budo ¿Qué es esto de Budo?, lo primero que pensé en el seminario fue, algo relacionado con el budismo, pero nunca pude imaginar su significado real, como podéis comprobar “estaba un poco pegada en este tema”, pero me alegro de haber adquirido conocimiento sobre el mismo. Volviendo al significado de Budo, es un término que consta de de dos ideogramas “Bu” que significa detener el conflicto, y “Do” vía de realización para ir más allá o trascender del conflicto. He aquí la primera argumentación de que las artes marciales no se asemejan al conflicto, sino más bien lo evita y huye de él. Como se viene comentando en a lo largo de la entrada, siempre solemos asociarlo con la agresividad porque la idea que se comercializan y se expande a la sociedad sobre estas prácticas son: que es una defensa personal, un deporte de combate, una técnica de salud y longevidad… Eso es lo que vende, lo que interesa a mucha gente y por esta razón la mayoría de la sociedad, (incluida yo antes de recibir esta clase), tiene una imagen sesgada de estas prácticas. Por ejemplo, se me ha ocurrido recurrir a varias allegados y preguntarle el significado que para ellos tienen las artes marciales, los tres a los que le he preguntado me han contestado “sirven para defenderse”, “para saber pelear con otro”, “técnicas que te enseñan a defenderte”. Aquí se comprueba lo que he explicado anteriormente.

Las artes marciales cumplen varias funciones, son por tanto, multifuncionales, pero a lo largo de la historia sólo se nos han transmitido las funciones que lo asocian con las ideas plasmadas en el párrafo anterior, ¿por qué? Es una pregunta con una respuesta obvia, porque es lo que vende, lo que llega a la gente. Nunca ha interesado transmitir la función de herramienta de mediación, de técnica que huye del conflicto…

Más allá de las etiquetas, Budo nació del desarrollo de la conciencia de algunos guerreros que tras una vida llena de conflictos, miedos y muerte, comprendieron que lo importante no es preservar tu vida, sino “la vida”. El objetivo de la práctica es transformar o sublimar la agresión en no agresión.

Muchos de nosotros en un nuestro trabajo tendremos que intervenir con personas que utilizan la agresividad como medida de escape, en el seminario se nos aconsejo que una de las técnicas que deberíamos usar son las artes marciales, pues como se viene diciendo intenta transforma la agresividad en no agresividad, pero ¿cómo utilizar esta práctica? El método del Budo utiliza dos aspectos, por un lado la filosofía y por otro lado el trabajo con el cuerpo. Y su proceso consiste en: activar cuestiones e ideas, experimentarlas a través del cuerpo, conocimientos y experiencias que despiertan nuevas ideas y cuestiones. Es decir, enseñar a esas personas otras vías por las que escapar de su frustración. Todos en algún momento dado nos podemos frustrar al comprobar que algo no ha conseguido lo que nos proponíamos, a través de las artes marciales se enseña a saber controlar esta frustración. Pero no sólo se utilizan ejercicios de artes marciales para controlar la agresividad, sino que tienen otras aplicaciones ante determinadas cuestiones que nos planteamos las personas, por ejemplo:

• Rechazo: se realizan ejercicios que activan la aceptación, como la zona neutra.
• Falta de comunicación: ejercicios que establecen una comunicación profunda más allá de la palabra, utilizando para ello el cuerpo. Considero que esta es una buena técnica para fomentar la fala de comunicación entre personas. Lo he comprobado personalmente con algunos ejercicios que hemos llevado a la práctica. Son ejercicios en los que se utiliza el cuerpo para comunicar algo a otra persona, por ejemplo, transmitirle tranquilidad, seguridad, compromiso… Cuando hemos estado realizando los ejercicios he percibido que mi pareja se sentía cómoda, al igual que yo, pues cuando teníamos que cerrar los ojos, los he mantenido cerrados como signo de que estaba cómoda y segura. De ahí, la capacidad que tienen estar prácticas para fomentar la comunicación no verbal, en algunas ocasiones más importantes que la propia palabra.
• Stress: se utilizan ejercicios en los que las personas se mueven más lentos y relajados de lo habitual, para reencontrar un ritmo armónico y coherente. Coordinación de movimiento y respiración como nexo de unión entre mente y cuerpo.
• Experiencias negativas: creando experiencias similares pero de forma positiva.
• Otras: perdida de espacio y agresión directa.

Estas son algunas de las que se nos presentaron en clase, sin embargo se me ocurren otra como por ejemplo, los ejercicios que ayuden a superar el miedo a lo desconocido, muchas personas tienen miedo o timidez para relacionarse con otras que no conocen, pienso que con las técnicas que hemos aplicado en la práctica de hoy se puede trabajar para superar estas dificultades, ya que muchos de ellos son ejercicios que se realizan en pareja y requieren de un contacto, a través de este contacto se puede fomentar las relaciones personales.

Como se puede comprobar son muchos los espacios del ser humano que se pueden tratar desde estas prácticas y que a nosotros en un futuro pueden ayudarnos para que ciertas personas superen sus dificultades.

Las conclusiones que hago respecto a este seminario son las siguientes:

• Me han ayudado a descubrir otro recurso que en un futuro podré utilizar en mis intervenciones. Como dije al inicio nunca antes había asociado las artes marciales con las intervenciones sociales y a día de hoy puedo afirmar que desde mi punto de vista, constituyen una herramienta útil para ayudar a las personas a superar algunas de las dificultades que presente. Tampoco pienso que con las artes marciales se pueda solucionar todo y que en todos los casos sean útiles, pero con este seminario “he abierto la mente” hacia otras posibilidades, muy novedosa en la enseñanza que nos han transmitido durante estos tres años.
• He eliminado los estereotipos que se me había transmitido sobre las artes marciales, nunca más las asociaré únicamente con la defensa personal y la agresividad. Por otro lado, soy consciente que otros muchos profesionales que se dedican a ello si utilizan esta función de las artes marciales, pero me quedo con la que se nos ha transmitido en el seminario.
• Como futuros profesionales del ámbito de lo socioeducativo debemos tener en cuenta muchos de los consejos que se nos han transmitido desde esta rama, por lo menos en mi caso así será.

Para finalizar, he considerado necesario indagar un poquitito más sobre el conocimiento que se nos transmite desde Internet de las artes marciales.

• Según la enciclopedia libre, Wikipedia, las artes marciales se definen como “prácticas y tradiciones codificadas cuyo es someter o defenderse mediante la técnica. Lo que diferencia a las artes marciales de la mera belicosidad con violencia física (peleas callejeras) es la organización de sus técnicas en un sistema coherente y la codificación de métodos efectivos”.
“Las artes marciales son estilos de combate, con frecuencia orientados a la defensa personal". En el uso común, el término se refiere a los sistemas de combate desarrollados en todo el mundo”. (http://www.a-marcial.tripod.com)

Estos son dos ejemplo sobre la definición de artes marciales presente en Internet, todos los que he leído seguían esta línea, por eso he decidido solo poner dos. Ante estos ejemplos y los que se nos transmiten diariamente en otros medios de comunicación está justificada la visión que sobre estas prácticas tenemos la sociedad, por eso, con este seminario ya somos más personas las que hemos aprendido más allá de la visión que se nos transmite, y podemos argumentar y rebatir las posturas que solo la relacionan con la defensa personal.

Con esta entrada también me gustaría dar las gracias a quien hace posible que este tipo de conocimiento llegue a nosotros, pues muchas veces se nos limita el aprendizaje y no nos hacen ver más allá de lo que ya conocemos, en este caso, sin embargo, ha sido distinto.

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