viernes, 28 de mayo de 2010

INSERCIÓN LABORAL DE PERSONAS DROGODEPENDIENTES.

La segunda exposición que se realizó en día 18 de Mayo se centró en el tema de la inserción socio-laboral de personas drogodependientes.

La exposición ha tenido gran contenido teórico, siendo ausente el aspecto práctico. Como dije en la entrada anterior, valoro mucho las exposiciones en las que se combinan teoría y práctica, centrando la atención en ésta última. Los trabajos que incluyen dinámicas, vídeos de interés, experiencias personales… son más divertidos y despiertan la atención de las personas que estamos escuchando. En el caso de la exposición de este día, no ha sido así, por lo que el contenido teórico se ha hecho pesado.
Con los datos que han presentado los compañeros, se percibe que es una investigación trabajada a nivel teórico, pues se han tenido que documentar bastante para poder recoger tal cantidad de información, en este sentido, valoro su esfuerzo y desempeño para conseguir que los allí presente conocieran información de la inserción laboral de las personas drogodependientes, pero considero que esto no es suficiente.

Respecto al tema que se ha tratado, no me llama mucho la atención el colectivo, ya que una de mis últimas opciones para trabajar, no rechazaría tal trabajo, pero preferiría aplicar mis conocimientos con otros colectivos.

Los datos más relevantes, desde mi punto de vista, relacionados con el colectivo de personas drogodependientes y su inserción socio-laboral son:

El perfil más común de la persona drogodependiente es: un varón de 25 a 35 años, adicto a la cocaína. Según los compañeros este es perfil mayoritario de personas que consumen drogas, desde mi punto de vista, son datos muy generales, además no se indica la fuente de procedencia. Realmente, qué importancia tiene establecer perfiles de persona drogodependientes, si sabemos que nos diversos y variados, y además la atención que se lleva a cabo con estas personas es individualizada, ya que las causas a la adicción varían de unas persona a otras.

La legislación que atiende a este colectivo, según los compañeros es: el Plan sobre Drogas y el II Plan Andaluz sobre Drogas y Adicciones.
Los factores de riesgos, es decir, las situaciones o características que aumentan la probabilidad de que un individuo se inicie en el consumo de drogas y que, por consiguiente, acabe teniendo problemas con dicha sustancia, pueden ser:

Individuales: hábitos de vida inadecuada, falta de autocontrol, baja autoestima, problemas emocionales y psicológicos, curiosidad por experimentar…
Familiares: conflictos y violencia doméstica, desorganización familiar, aislamiento social, falta de disciplina y supervisión familiar.
Grupo de iguales: disponibilidad de drogas, presión del grupo de iguales, adopción de señas de identidad.
Escolar: trato duro a arbitrario a los alumnos, facilidad para conseguir drogas en el entorno escolar, falta de vínculos afectivos con la institución educativa…
• Sociales: pobreza, paro, discriminación, mensaje del fomento del consumo de drogas en los medios de comunicación…
A nivel comunitario: desorganización de la comunidad, falta de vínculos afectivos con ésta, normas poco claras, servicios y oportunidades de ocio, tiempo libre, culturales, laborales, para la juventud, inadecuados para el fomento de las relaciones sociales.

Los problemas fundamentales relacionados con el hábito de consumir drogas son: escasas habilidades sociales, escasa o nula experiencia laboral, asociada la mayoría de los casos a la economía sumergida, desarraigo familiar y social, baja motivación y baja autoestima, entre otros.

Como todos sabemos el consumo de drogas tiene consecuencias negativas para la salud, destacan, por ejemplo, problemas cardiacos, respiratorios, relacionados con el Sistema Nervioso, y problemas digestivos.
Una vez que acabaron de exponer estos datos, hicieron un recorrido muy amplio sobre asociaciones dedicadas a la atención a la drogodependencia, destacan, FADAI, ALHELÍ, POVEDA, PROYECTO HOMBRE, GID y “PUNTO OMEGA”. Pude comprobar que todas perseguían objetivos comunes, así que en esta entrada he decidido centrarme en PROYECTO HOMBRE, para que nos hagamos una idea de la intervención que se lleva a cabo desde estas instituciones con este colectivo, así comprobar hasta qué punto su inserción socio-laboral es posible y si efectivamente desde la institución se fomenta tal iniciativa.

PROYECTO HOMBRE.

Es una asociación dedicada al tratamiento y rehabilitación de la drogodependencia.
En cuanto a la inserción socio-laboral de las personas drogodependientes, desde proyecto hombre se establecen las siguientes características:

• Es un objetivo constante y siempre presente, aunque no existe ninguna figura ni programa específico, los voluntarios son los que orientan y motivan hacia lo laboral. Tampoco existe un taller específico que enseñe un oficio.

El resto de asociaciones que han visitado o sobre las que se han documentado los compañeros, persiguen objetivos comunes.

En mi opinión, la inserción socio-laboral de personas que consumen y son adictas a las drogas es un punto clave y esencial para su total recuperación una vez que se han sometido a tratamiento, en otras ocasiones, sin embargo, la inserción laboral puede entorpecer el proceso. A continuación resaltaré las ventajas e inconvenientes que, desde mi punto de vista, tiene la inserción laboral de estas personas.

VENTAJAS:

• Pienso que pueden centrar su atención en otros aspectos relacionados con el trabajo, aludiendo su problemática de drogadicción.
• Crear una red de apoyo de compañeros de trabajo.
• Luchar por unos ideales, aceptar unas normas.
• Enriquecimiento como persona, sintiéndose una persona útil que puede realizar un trabajo.
• Aumentar su nivel socioeconómico.
• Reforzar su redes familiares, si es que las han perdido.
• Etc.…

INCONVENIENTE:
• Desde mi punto de vista, el principal inconveniente que puede derivarse es que al ganar dinero lo dediquen exclusivamente a consumirlo en drogas. Es un inconveniente muy general, con ello no quiero expresar que siempre ocurra, pero reflexionando he llegado a tal conclusión. Un día en clase de una asignatura, nos dijeron que quizás el recurso más adecuado para ayudar a una persona drogodependiente no era prestarle una ayuda económica, porque así se podía agravar más aún su problema. Por ello he llegado a esta conclusión.

Personalmente, apuesto por la inserción social y laboral de estas personas, pues se puede comprobar, este hecho tiene muchas más ventajas que inconvenientes.

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